Cuando percibas
que con cada desprecio de la vida
se van desprendiendo
pequeños trocitos de ti.
Cuando notes
que con cada vacío de tu existencia
se abre una grieta en tu alma.
Cuando creas
que cualquier esperanza
ha perdido su color,
y sólo existe el gris.
Cuando intentes no pensar,
pero cada rincón de tu mente
albergue pedacitos
de pensamientos que hieren.
Cuando la pena sea tan grande
que te engulla,
sin dejar rastro alguno.
Cuando explote
la delicada burbuja de tus sueños,
dentro de la cual descubriste
un atisbo de felicidad.
Recuerda que un día
aprendiste que puedes salir
aprendiste que puedes salir
del valle de la oscuridad
para reencontrarte contigo misma;
que, si abres bien los ojos del alma,
que, si abres bien los ojos del alma,
encontrarás el faro que te mostró
el norte en la brújula de la vida,
y podrás recordar los pequeños detalles
que dibujaron los fugaces,
pero inolvidables
destellos de luz y color
que atravesaron las rendijas
de aquellos días en los que descubriste
que la fuerza está dentro de ti.
Givés
Imagen: Google
Imagen: Google
(Este pensamiento en voz alta nació como respuesta a una petición de una gran amiga que quería ofrecerlo como presente a un puñado de mujeres valientes, con una fuerza arrolladora, compañeras en el viaje de la vida.
Hoy, de nuevo, lo pienso en voz alta, pero esta vez lo hago como ungüento sanador a aplicar a mi propia herida.)
Givés
No hay comentarios:
Publicar un comentario