Hijos de la primavera

viernes, 10 de septiembre de 2010

HASTA SIEMPRE...

"A ver si una vez, de una vez, sale el sol y la luna a la vez..."



La tarde prometía una luna inmensa y cumplió su promesa...

Entre pinos y aromas que solo puede ofrecer un aire puro como el que anida en las faldas del parque natural de Sierra Nevada; alli se dieron cita toda la magia, todo el corazón, toda el alma, todo el duende y toda la fuerza de una música evocadora de la ensencia del sur que se me enreda en el alma y unas letras que me llegan a lo más profundo, a través de una voz desgarrada y dulce, preñada de sensibilidad, nostalgia y entrañable rebeldía, aderezada con unas gotas de locura; una mezcla, sin duda, original y legendaria.

No fue difícil que las lágrimas afloraran a sus ojos y a los míos; no fue difícil que me erizase la piel, no fue difícil desear que la noche no acabara nunca; no fue difícil estar durante tres horas, y algo más, de pie.
La caminata cuesta arriba, por aquellas calles a la búsqueda del lugar, la espera para entrar; todo, todo eso, mereció tanto la pena que no lo olvidaré jamás.

Me cautivó desde la primera vez que tuve la oportunidad de disfrutar, sin saberlo aún, de una leyenda. No podía faltar a su despedida, en uno de sus últimos conciertos como ElBicho, en Nigüelas, el hechizo de la luna casi llena frente al escenario, produjo su efecto: otra vez volvió a atraparme...

Gracias a todos los componentes de ElBicho por haberme hecho soñar tantas veces, por emocionarme siempre; pero sobre todo, gracias a Miguel Campello porque me erizó la piel, porque su voz es mi voz y porque sus lágrimas me llegaron al alma.
Hasta siempre: ElBicho


Givés

 

Federico García Lorca

Federico García Lorca
Comprendía y defendía a los más débiles y marginados... ¿Fue ésa la razón que encontraron sus asesinos para llevar a cabo su absurda muerte? ¿O quizá la causa fue la envidia que despertaba la fama mundial que estaba adquiriendo a través de su obra que criticaba las injusticias, así como la rancia sociedad que imperaba (e impera) en España? ¿O, tal vez la causa pudo ser su inclinación sexual la que, entonces como ahora, molesta tanto a algunos? Quizá nunca lo sabremos con total certeza, pero que no intenten confundirnos, porque el mundo siempre los señalará con la punta de su dedo por haber arrancado de las entrañas de la cultura a uno de sus más excepcionales representantes. Federico García Lorca es, junto a Miguel de Cervantes, el autor español sobre el que más estudios, tratados y biobrafías se han escrito. Su muerte bien pudo haber sido una de sus obras en las que solían aparecer: la injusticia, la tragedia, la muerte, la sangre, la sinrazón de la sociedad española a través de metáforas y símbolos como: la luna, la sangre, el metal, las hierbas... Murió en su Granada natal.

SONETOS DEL AMOR OSCURO

Vicente Alexander dijo sobre estos sonetos, por desgracia inacabados, de Federico García Lorca: "... Recordaré siempre la lectura que me hizo, tiempo antes de partir para Granada, de su última obra lírica, que no habíamos de ver terminada. Me leía sus Sonetos de amor oscuro, prodigio de pasión, de entusiasmo, de felicidad, de tormento; puro y ardiente monumento al amor, en que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción. Sorprendido yo mismo, no pude menos que quedarme mirándole y exclamar: '(...) ¡qué corazón! ¡Cuánto ha tenido que amar, cuánto que sufrir!' Me miró y me sonrió como un niño. Al hablar así no era yo probablemente el que hablaba. Si esa obra no se ha perdido; si, para el honor de la poesía española y deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se conservan en alguna parte los originales, cuántos habrá que sepan, que aprendan y conozcan la capacidad extraordinaria, la hondura y la capacidad sin par del corazón de su poeta."






EL AMOR DUERME EN EL PECHO DEL POETA

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
Oye mi sangre rota en los violines.
¡Mira que nos acechan todavía!


Federico García Lorca

La Generación del 27 contra la injusticia imperante en pleno siglo XXI

La Generación del 27 contra la injusticia imperante en pleno siglo XXI
"...el silencio nos convierte en cómplices..."